Natural de Lama de Góngora ayer en Aranjuez. |
La segunda edición de las “Novilladas del Futuro”, o gato por liebre
del Motín, fue un entretenimiento de ver y olvidar nada más salir de
la plaza. Sin fuste, que dicen en éste, mi pueblo.
Caballero dio lo mejor con la zurda y acabó con las inevitables manoletinas.
Jiménez instrumentó las hoy impepinables chicuelinas y tiró de pundonor con la franela mostrando amplio repertorio, de los molinetes a los trincherazos.
Lama de Góngora hizo honor a su apellido y dejó sabor clásico aunque empañado por esos circulares por detrás que habrían de estar proscritos una temporada larga.
Lorenzo se dio el arrimón y Espada y Ruiz Muñoz quedaron casi inéditos por
incomparecencia del enemigo.
Detalles de cada cual que dejaron tan poco poso para comentar que
ya en la calle Almíbar uno no sabía qué contestar a eso de ‘¿qué tal los
toros?’
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