El jugador ribereño del Real Madrid de baloncesto, Carlos
Suárez, ejerció casi de “padrino” en el bautismo del I Festival de Baloncesto
Villa de Ontígola que organizó en el pabellón municipal la Escuela de
Baloncesto de la vecina localidad.
El Festival, previsto para el sábado, se abrió el jueves
con la visita del jugador internacional, quien fiel a su estilo campechano y de
bonhomía jugó partidillos con los chavales, firmó autógrafos, respondió a todas
las preguntas de los alumnos y departió con el cuerpo técnico que dirige la
Escuela.
Imposible su asistencia para la inauguración del
Encuentro por motivos profesionales, no obstante Carlos se unió a la fiesta en
cuanto le fue posible. Gran talla, mejor persona.
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El jugador ribereño del Real Madrid de baloncesto, Carlos
Suárez, ejerció casi de “padrino” en el bautismo del I Festival de Baloncesto
Villa de Ontígola que organizó en el pabellón municipal la Escuela de
Baloncesto de la vecina localidad. 
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