Aunque Aranjuez puede considerarse un lugar privilegiado para el paseo, la convivencia en la ciudad entre conductores y peatones no siempre es la mejor. Si además quien circula sobre sus dos piernas es un aficionado al atletismo urbano, la cosa se pone más complicada aún.
Muchas veces ni unos ni otros ponen las cosas fáciles. Algunos conductores no son conscientes de que el atleta urbano es un peatón con un gran índice de riesgo porque además de moverse deprisa muestra síntomas de fatiga. Algunos corredores marchan por la calzada, apenas a medio metro de los coches, por evitar el daño articular al trotar por las aceras...
Los atropellos podrían evitarse si todos fueran más responsables. Números cantan: en cuatro de cinco casos el conductor se considera culpable del accidente y el peatón, en uno de cada tres.
Así, las zonas urbanas registran la mayor parte de los atropellos peatonales... y el 68% de los fallecidos.
Las causas más comunes en este tipo de atropellos son:
- La circulación indebida por zonas reservadas a unos u otros.
- Las distracciones, principalmente del corredor pendiente de sus múltiples accesorios.
- La velocidad inadecuada de vehículo en la proximidad de un corredor.
- La no detención de la marcha del coche en pasos de cebra o la no atención del corredor a la salida de un garaje.
El corredor es un peatón y, por lo tanto, debe correr siempre por la acera respetando además al resto de peatones. En las cercanías de un paso de cebra hay que aminorar la marcha para que a los coches les de tiempo a frenar y no llevarse algún susto.
Los estudios dicen que el ser humano al menos necesita dos segundos para asegurarse correctamente de que se puede cruzar una calle sin peligro. No son dos segundos perdidos en un cruce, sino dos ganados a la vida.
Por cierto, si
llueve habrá que estar atento a esa pátina tan resbaladiza que el aceite o las
hojas de los árboles dejan en los pasos de peatones o en las aceras para evitar
resbalones o caídas.
Aranjuez y sus Sotos Históricos ofrecen al corredor inmensos parajes para correr... pero teniendo también que tomar sus precauciones.
En las vías interurbanas hay menos accidentes pero son más graves con un índice de mortalidad siete veces mayor que cuando se circula por el casco urbano.
Si hay que correr por el arcén de una carretera se debe hacer siempre por la izquierda, de frente al sentido de la circulación rodada.
No hay que olvidar el uso de prendas reflectantes cuando se practica el atletismo con poca visibilidad o en malas condiciones climatológicas. Y dar de lado la costumbre de correr con gafas de sol aún casi de noche.
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