Toros despuntados para rejones de María Guimoar Cortés de Moura, nobles y con recorrido. Diego Ventura: rejón (dos orejas) y rejón (dos orejas). Toros de Torrealta nobles y desiguales. 2º algo más movido. 3º reservón, 5º flojo y 6º deslucido Miguel Angel Perera: Tres pinchazos y estocada (silencio) y dos pinchazos y descabello con aviso (silencio). Cayetano: Estocada tendida (silencio) y estocada trasera y dos descabellos con aviso (silencio). Plaza de Aranjuez, 2 de junio, un tercio de entrada con lluvia desde el segundo de la tarde.
Un cuarto de hora después de lo previsto en el cartel por idas y venidas, de asomar y guarecerse, de que si sí y de que si no y tras la deliberación de los espadas, el caballero, sus hombres fuertes y el empresario, Carlos Zúñiga, sobre si tirar para adelante o no con el festejo, se abrió el portón de la Real Plaza de Toros de Aranjuez y ante él formaron valientemente las cuadrillas mirando al cielo de reojo por si aquello iba a más. Y tanto que fue. La Mundial no, pero casi.
ALBUM de Fotos (152 imágenes)
El triunfador de la desapacible tarde -sin sol, sin moscas, sin polvo, sin alergias y sin alegría- fue Diego Ventura, acertado con los rejones de muerte después de sendas faenas plagadas de su ya clásico repertorio que combina la arriesgada clavazón al estribo, otros lances más desahogados y su constante requerimiento -¡Amosyá!- de ovaciones al público, encandilado con su jacarandosa doma sobre el piso de la plaza, que aguantó muy bien el chaparrón.
Quiebros, banderillas cortas, cambios, corbetas, rosas, sombrerazos... multiplicado por dos e igual a cuatro orejas.
Perera, fiel a su costumbre de no rematar con los aceros, dejó ir a su primero -de lo mejor del encierro de lidia ordinaria- y a su segundo -sin fuelle- tras dos faenas templadas sin emoción, fáciles con aseo y con algún arrimón innecesario a última hora que no calaron (perdón por la broma) en el público.
Cayetano ni fu ni fa. Ni con el parado tercero ni con el descastado sexto, que llegó a darle un susto en su porfía por buscar oro en el barro. Bajo el aguacero sólo destacaron un par de naturales profundos, un tanto sus remates y algún detalle de regusto, insuficientes para que el respetable, ora sujetando el paraguas ora huyendo en desbandada hacia las gradas y andanadas prestara atención a aquello.
Noticias relacionadas
Ventura, Perera y Cayetano, cartel de San Fernando
'Chele' recibe el título de Cronista Oficial Gráfico de Aranjuez
Acipa critica que no se haya convocado al Consejo Taurino
0 comentarios :
Publicar un comentario