El joven Daniel Muñoz, a sus 16 años, se ha convertido en
la punta de lanza de una Sociedad con casi siete décadas de historia. Este
alumno de Loyola, a quien cuando no levantaba un metro del suelo su padre puso
en la mano una caña, será el primer representante local en un Mundial de Pesca.
Bicampeón de España sub-18, Dani defiende su deporte de competición frente a
quienes aún lo ven como un pasatiempo más bien de personas mayores. Pero la
pesca tampoco es un juego de niños.
Texto y Fotos:
José Angel Rodríguez.
Nos reunimos en la sede
del Centro Cultural de Pesca Fluvial. A esa hora de la tarde apenas hay
actividad en la casona de la calle de la Reina. El presidente, José Luis
Martín, mantiene una reunión en su despacho y en una de las estancias cercanas–tras
la sesión fotográfica que se ha tomado con muy buen humor- Daniel deja patente
que ya ha tomado conciencia de su logro…
P. ¿Qué siente uno al
ser el primer clasificado para un Mundial en un club con tantos años a las
espaldas y con tan buenos pescadores en sus orillas?
R. De primeras no me lo
creía (sonríe). No me lo creía porque es con lo que sueñan todos en todos los
deportes, el ir a un Europeo, a un Mundial y representar a tu país. Después de
un mes y pico desde que me clasifiqué ya me he mentalizado.
P. Campeón de España
sub-18 individual y por equipos
(Madrid), ahora formas parte de la selección nacional que viajará a Francia…
R. Sí, será en la segunda
quincena de julio y en la Bretaña francesa, en Redon, en la zona de los ríos
Vilaine y Oust.
P. ¿Y cómo prepara un
Mundial en Francia un arancetano del Tajo?
R. (Ríe). Para preparar
una competición, la que sea, se entrena en el escenario de pesca con unos días
de antelación. El Mundial es una semana: cinco días de entrenamiento y dos días
de competición. Además hay que partir de la base de que habrá especies que en
España no las hay, como la brema y el gardón, de la familia de las carpas. Son
peces que al estar en el norte de Europa les afecta el sol y a los que hay que
cuidar mucho con la comida porque a la
mínima que te pases se hinchan y te quedas sin ninguno. Me está asesorando
gente con experiencia internacional, como el actual campeón de Europa, Mario
Mateos, y con lo que voy viendo en internet intento prepararme. Así que las
diferencias fundamentales son el cebado y el pescar finito.
P. Estás en la élite
de un deporte muy extendido pero que se considera minoritario. ¿Recibes algún
tipo de ayuda?
R. (Sonríe). Hace unos
años, por ir a un campeonato internacional, se pagaba al deportista y, por ser
menores, a un acompañante. Hace un par de años se dejó de pagar al acompañante
y en este año, el deportista, o sea yo, tengo que pagar el 40% de mis gastos.
Eso, más el acompañante. Como desde pequeño no lo mames al final se te quitan
las ganas. Te has esforzado un montón para estar ahí, has gastado un montón de
dinero y no tienes ningún tipo de apoyo… pues lo dejas.
P. ¿No os llega
siquiera el reconocimiento oficial, de las instituciones?
R. El reconocimiento sólo
te llega de tus compañeros, los pescadores, del resto nada.
P. Así que la aventura
mundialista, ¿por cuánto le va a salir a tu familia?
R. Entre viaje,
alojamiento, desplazamientos de mi padre y yo más mi 40% de participación
alrededor de 2.500 euros. Un equipo para ir al Mundial sale por 8.000 – 10.000
euros. Sólo la caña ya son 5.000€. Súmale diez o doce kits y si montas una caña
inglesa otros 300-400 euros. Y luego vienen los cebos, que como no te los
paguen te arruinas. Se te van 90 euros diarios sólo en el entrenamiento y son
cinco días. El equipo básico ya lo tengo. Hay que decir Deportes Florida y la
marca Colmic me han ayudado muchísimo en lo material con descuentos, cebos... Las ayudas son imprescindibles.
P. Todo, entonces,
radica en la concepción que se tiene de vuestro deporte ¿no?
R. En España aún se
piensa que la pesca es una cosa de viejos que van a pasar la mañana al río, a
pescar y a comerse el bocata. Y eso no es así en Europa. En Francia hay
restaurantes y hoteles que hacen descuentos a los que tienen la licencia. Lo
mismo en Inglaterra o Italia. Allí hay mucha gente que vive de la pesca, que
considera a la pesca como un deporte que además es un motor económico. Las
grandes marcas comerciales son de allí. Profesionales de la pesca
verdaderamente hay en Inglaterra, con gente que pesca 300 días al año y vive de
ganar concursos más lo que le pongan las marcas. En España eso es imposible. Se
acerca algo quien es comercial de una marca. Aquí hay gente muy buena para los
niveles en los que nos movemos, sin ayudas ni reconocimientos. Bastante hacemos
en un país que piensa que la pesca es una cosa de ocio.
P. Volvamos al
principio de toda la historia. ¿Desde cuándo pescas?
R. Pues prácticamente
desde los dos o tres años. Me enseñó mi padre, que siempre ha sido pescador.
Siempre le he acompañado y entonces yo
echaba la caña, que ni pescaba ni nada, sólo por pasar el rato.
P. Tu relación con la
competición viene de lejos pese a tu juventud…
R. Gané mi primer
concurso con cinco años, un concurso de la Escuela.
P. Hablemos de la
Escuela Infantil de Pesca…
R. Entré con cinco y
estuve hasta los trece años. Aquí partí con lo que me enseñó mi padre y luego
aprendí mucho con Lolo (Luis Antonio Cibrán, su director), con Gago (José
Antonio) y con los demás monitores.
P….y de la ausencia de
un escenario adecuado…
R. Es un tema que los
pescadores llevamos reclamando hace mucho tiempo. Los chavales de la Escuela
pescan dos días en Polvoranca y después qué, dónde van en el río si no saben
pescar en él. Otro día están en el embarcadero de la Piragüera y sacan dos o
tres alburnitos. ¿Cómo les va a motivar seguir? Por suerte mi padre me ha
llevado al río y a mil sitios más y no perdí la afición, pero a un chaval que
un día en Polvoranca saca ocho o diez carpas y que después no puede ir allí por
libre, ¿qué le empuja a seguir?
P. ¿Con qué modalidad
te sientes más cómodo, cuál es tu preferida?
R. En agua dulce prefiero
la boloñesa. Es un tipo de pesca con flotador, plomo, emerillón y cebo que se
practica con una caña de 7-10 metros con carrete de bobina fija ideal para los
barbos. Es la modalidad con la que más se pesca en invierno aquí en Aranjuez.
Con la subida de los barbos es con diferencia la más usada, sobre todo en El
Rancho.
P. Eso en invierno, ¿y
en verano?
R. En verano es temporada
de competiciones y ya varía. Se pesca con la inglesa (similar a la boloñesa
pero con cañas de 3,50-4,50 metros y con el hilo pegado a la caña), con la
enchufable (caña con varias secciones que se van empalmando y que permiten
pescar a 14 metros) y se va, por ejemplo, a los alburnos (pequeño pez muy
voraz).
P. Y de las zonas del
Tajo, ¿con cuál te quedas?
R. Si hablamos de
competición elijo la calle Tilos. Es un escenario muy competitivo en el que no
hay apenas peces y hay que lucharlo mucho. No hay peces para nadie y ahí se ve
el nivel. La zona de El Rancho es muy desigual, porque hay puestos con mucha
pesca y otros con nada. Y si es para divertirte, prefiero El Rancho Grande con
la boloñesa y los barbitos.
P. ¿Te gusta ir de
pantanos?
R. Donde esté el río,
donde los peces se comportan de verdad, que se quite todo lo demás. Por
ejemplo, Polvoranca. No deja de ser un lago artificial, por lo que los peces se
comportan como en un estanque. A El Vicario llevo sin ir desde hace tres
Campeonatos de España, desde la mortandad tan grande que hubo, que nos tocó
allí, nos cambiaron el mismo día y nos jodieron a todos (risas). Valecañas,
Navalcán… sí, he pescado en muchos.
P. Y no se te deben
dar mal, visto los tres «1» que te marcaste en el selectivo pre-Mundial…
R. Hombre, el que sabe
pescar en río en el pantano lo tiene «chupao» (sonríe). El río es la mejor
escuela.
P. Compitiendo, ¿has
visto a alguien a tu lado y has pensado ‘este no ha pescado en río en su vida´?
R. Sí. Se nota. Este año
mismo, en el Campeonato de España, por detalles como que en un pantano el cebo
se queda donde lo tiras y si no hay peces ahí se queda. En un río el cebo se va
con la corriente y hay que controlar mucho la técnica. Allí, en un río en
Valencia, se veía a gente que no ha salido nunca del pantano.
P. Hablas del cebado.
¿Tan importante es? ¿O la buena técnica es una suma de múltiples factores?
R. Plomeo, líneas,
anzuelos… Pruebas mil cosas y compruebas que funciona lo más sencillo. Dentro
de hacerlo bien, lo mejor es la sencillez. Las dos claves, para mi, de una
buena pesca: la sencillez y el cebado. Con el cebado hay que ser muy cuidadoso,
sin pasarte ni quedarte corto. Algunos piensan que echando 100 kilos de engodo
te van a venir todos los peces (se ríe). Y es un gran error, el pez se hincha y
se marcha. También hay gente que se vuelve loca echando de todo y acaba
volviendo loca también a la pesca, como pasó en el Selectivo, que se fallaron
un montón de picadas.
P. ¿Cuál es tu próxima
competición?
R. Será el Memorial
Cibrán del mes de marzo y la siguiente será el Territorial de Madrid, para el
mes de junio, justo antes del Mundial. Antes no tengo nada porque desde hace
tres años dejé de participar tanto en el Campeonato Social como la Liga del Río
de la Sociedad para centrarme en la alta competición, aunque eso sí, participo
también en el Maratón o en los torneos de Fiestas.
P. Por cierto, ¿compaginas
la pesca con algún otro deporte?
R. No, sólo pesco (ríe).