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David Mora y "El Chano" hacen el paseíllo en Aranjuez. |
Toros de Alcurrucén, correctos de presentación, excepto
el sexto, feo de cuerna. Flojos, noblotes que fueron a menos. 3º y 4º rajados,
3º y 6º probones. David Mora: Estocada en la bodega (oreja sin petición),
Estocada (dos orejas), Estocada muy trasera (ovación),Tres pinchazos y estocada
(ovación), Estocada trasera y tendida, descabello –aviso- y dos descabellos más
(oreja), Estocada caída (dos orejas). Sobresalientes: David Sánchez “Saleri” y
Alvaro de la Calle. Plaza de Toros de Aranjuez, 07 de septiembre, corrida
goyesca a beneficio de Vicente Yagüez “El Chano”, menos de media entrada.
T y F: José Angel Rodríguez. Al final, en la
multitudinaria vuelta al ruedo que echó el cierre al festejo sólo se echó de
menos al presidente Laguna. Se ve que no llegó a tiempo para unirse a los
protagonistas de la tarde, Mora y “El Chano”, a todas las cuadrillas y al
enjambre de fotógrafos que los custodiábamos. Muchos escalones son desde el
palco hasta el ruedo, don Julio, pero será a la próxima, que desde que
jubilosamente se jubiló aún le restan a Ud. muchas corridas por presidir y centenares
de orejas que regalar. En mayo le esperamos a pie de albero.
Vaya por delante, a modo de paseíllo de la crónica, que
se alaba el gesto del matador, que se emociona uno con la atmósfera de cariño
que englobló a la más que bicentenaria y tal… pero si lo cortés no quita lo
valiente, lo benéfico no eclipsa la indulgencia excesiva que si bien encumbra
la empresa solidaria emborrona el depauperado prestigio de la plaza. Vale.
Así pues, 6 peludas orejas 6 del acreditado hierro de Alcurrucén
para engrosar las estadísticas y poco más. Ah, y el salto de la garrocha
ejecutado con limpieza por Sergio Delgado en el cuarto.
El primero, congelado de salida, tomó al relance la mejor
vara de la tarde. Mora le instrumentó doblones, cambio de mano y ayudados
suavones y templados porque delante no había mucho que oponer. Tampoco es que
estuviera muy metido en terrenos pero no vamos a empezar con muchas pegas. El
espadazo en el semisótano fue fulminante y antes de que el público –muy tomado
por el paisanaje- ondeara el moquero ya habían arrastrado al burel con un
apéndice auricular menos.
Al parado segundo le saludó por buenas verónicas y le
quitó por chicuelinas y media. Corriendo la franela con la derecha y algo mejor
con la izquierda llegó el final del depósito de Alcaparoso y todo fueron enganchones,
atracón y empalago hasta las manoletinas. La estocada, buena y dos despojos más
al esportón.
El tercero quería volver por donde Luis le había dado
puerta y se dedicó a probar en corto lo que le pusieron por delante. A saber:
capotazos con la rodilla flexionada, navarras y muletazos sin traza y sin
necesidad de justificación del diestro.
Después de la suerte de la garrocha el
cuarto imitó al anterior y cantó la gallina. De la despegada faena indultamos
una trincherilla.
Larga cambiada de rodillas, gaoneras intrascendentes, una
serie de rodillas y el temple por ambas manos (muy Ignacio Zarza esto) previos
a los errores con la toledana sumaron otra oreja en el quinto.
El sexto, el más feo del lote, tuvo además su picante.
Quiso David recibirle en la tronera de toriles y éste le vio, frenó y ahí quedó
la cosa no sin antes tirarle un tornillazo al corbatín. Sometiéndole bien por
bajo gracias a los doblones después quiso amarrar los trofeos. Viendo cómo
estaba el panorama efectuó un trasteo de a tal señor tal honor y no se ajustó
ni en los pases de pecho. Dos orejas más y misión cumplida.
En fin, que a estas alturas andará Miguel Abellán –presente
en un burladero del callejón jugueteando constantemente con su móvil-
preguntándose si aquel barbado señor de allí arriba será el mismo que antaño
escatimaba trofeos por doquier. El mismo del récord de las tres vueltas. Eso
nos preguntamos algunos, torero.