Aunque la vida
deportiva de José Antonio López, “Josete”, se ha desarrollado en el cuadrado de
un tatami o un ring, es el círculo el que define su espléndida trayectoria.
Circunferencias que se cierran, ruedos que se cruzan, redondeles que engloban
otros círculos. Este ribereño de 28 años dice adiós a la competición de
kickboxing tras 10 títulos mundiales, 5 continentales, 13 nacionales y 17
autonómicos en las modalidades de semi y light-contact. Es la despedida del
Señor de las Medallas.
Texto y Fotos: José Angel Rodríguez.
Nos reunimos para la charla en el Club Karate Aranjuez,
su club de toda la vida, donde entrena y es preparado bajo la tutela del
maestro Antonio Díaz. Es un instante especial para los tres, por tantas cosas
reflejadas en los últimos diez años de noticias, reportajes y entrevistas con
Josete de protagonista.
P. La palabra retirada
suena excesiva en un hombre joven como tú…
R. Retirada, sí, pero optimista. Me retiro de toda
competición de kickboxing pero estoy contento y feliz.
P. Hace muchos
años, cuando comenzabas en esto, me contabas en una entrevista que el día que
te fueras lo harías en plena cresta. Eres un hombre de palabra.
R. Siempre he tenido las cosas muy claras. No me ha
retirado nadie. Cuando quedé por vez primera campeón del mundo mis compañeros
de selección firmaron una bandera española, algo tradicional en el equipo. Uno
de ellos me puso: hay que ganar diez mundiales. Era una meta a conseguir. Una
vez conseguida me preguntaba: `¿puedo más?´ sí, pero creo que es el momento
justo de dejarlo, sin perder un combate
en ningún campeonato desde mayo de 2009, invicto desde que compito en el
Autonómico, sin desánimo, sin lesiones, sin presiones… ni siquiera por edad (risas).
P. ¿Cuáles han
sido los motivos más íntimos para tomar esta resolución y cuándo lo decides?
R. Son diez años y creo que es un ciclo que se acaba. Empecé
en esto con la meta de ser campeón de España, soñando con ser campeón del
mundo. Pero lo veía tan difícil, tan lejano… La primera vez que estuve en un
Mundial lo vi tan lejos que tuve un bache pensando que ya había alcanzado mi
techo. Pero el trabajo y la cabeza tiraron de mí hasta hoy.
Decido dejarlo tras muchos días sin dormir después de
colgarme la medalla del décimo mundial. Entonces pienso en lo que me apetece
ahora. Y cierro, además, porque tengo que dar paso a otras personas con gran
proyección.
P. No harás como
algunos toreros, que vuelven más veces de las que se fueron…
R. Hay muchos compañeros a los que les ha entrado la
morriña con el tiempo y han vuelto. Te puedo decir con toda seguridad que he
colgado los guantes. Entrenaré, daré mis clases pero no competiré.
P. ¿Te has quedado
sin motivaciones deportivas?
R. No, no… Es cierto que a los campeonatos de este año he
ido a “pasearme”. Antonio me decía que si estaba dormido en las peleas.
Sinceramente creo que no me hacía falta más para ganar. Mi motivación ahora es
coger a las promesas del club y lanzarlas hasta donde he llegado. Esa es mi
misión y motivación ahora. Quiero ser el Guardiola del Club Karate Aranjuez
(risas). Tengo conocimientos y experiencia, se me valora y puedo ser un acicate
para los jóvenes. Así que borrón, cuenta nueva y a por otras expectativas y
proyectos con la misma ilusión.
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Josete con el maestro Antonio Díaz el día de la charla. Foto: J.A.R. |
P. Antes de hablar
de ellos, ¿qué reacciones ha tenido tu decisión?
R. El primero en saberlo fue Antonio, que se llevó un
disgusto mayúsculo. Lo ha pasado mal pero siempre le transmitido mi optimismo. La
familia se lo ha tomado bien pero con pena y mi novia… me apoya (risas). Mi sensación personal es como
cuando estás en un funeral de alguien que ha vivido plenamente: triste porque
se acaba y feliz por lo que ha vivido. Como cuando rompes una relación preciosa
y los días posteriores notas un vacío, feliz, pero vacío, pues eso.
P. Sin embargo -le
interrumpo- a nivel federativo habrá sido una bomba…
R. Las palabras del presidente de la Española, Pedro
Horcajo, fueron: `eres una persona irremplazable, tanto en lo personal como en
lo deportivo´. Creo que es un orgullo que digan eso de ti y me emociona. Le he
comentado que seguiré trabajando en la Federación como técnico, árbitro, asesor…
lo que quiera y está encantado. Y he recibido felicitaciones a nivel nacional e
internacional.
P. ¿Hubiera
ocurrido lo mismo de no haberte rodado tan bien las cosas?
R. Algo que podía haber pasado perfectamente, lo sabes
mejor que nadie. Haberme quedado ahí y no haber conseguido nada. Pedro es más
que un presidente, es un amigo, la persona que tomó la decisión que permitió
que cumpliera mi sueño de ser campeón del mundo. Si él no da el visto bueno
para que en 2006 yo entrara en la selección nada de esto hubiera pasado. Y
fíjate, cuando pasé del karate a kickboxing en 2003 Antonio no me dejaba
pelear, competía en formas. ¿Y por qué? Pues porque yo daba clases en el Club y
una lesión mía era un desbarajuste en el gimnasio. Pero cuando fui al
Campeonato de España y vi a mis compañeros pelear me dije: `yo voy a hacerlo´ y
seguí todos los pasos: Madrid, España, Europa y Mundial. Y no todo ha sido un
camino de rosas. Perdí la final del Mundial 2007 por falta de recursos técnicos
y me dijeron que habría que disfrutarlo porque a lo mejor no se volvía a
repetir. 2008 fue un fracaso, aun ganando el Europeo, al ser séptimo. En 2009
fue aún peor con la lesión jugándome todo en un Mundial al que fui sin ganar el
Nacional. Sin embargo fue ganarlo y consagrarme.
P. De todos estos
años, ¿con qué buenos momentos te quedas y de qué cosas te desharías?
R. El cénit de mi carrera está en Ucrania, en el Mundial
de Kiev 2011. Fue el año del infierno, cuando la famosa encerrona de una
selección fortísima en su cancha. Sin la madurez de otros años no hubiera
salido vivo de allí (risas). Traje
dos oros con un gran rendimiento. Y además ocurrió un 20 de mayo, una fecha muy
importante para mí. Era el cumpleaños de mi abuela, fallecida de repente,
alguien que me apoyó siempre. Y porque ese día de 2003 alguien, cuando yo no
era nadie, me dijo que no iba a llegar a nada en la vida. Hoy se arrepentirá de
aquello.
Lo peor fue el Mundial de 2008 por la presión que yo
mismo me cree. Era subcampeón mundial y ganado en España pero mi cabeza entró
en barrena y no se por qué. Comencé a pensar en que un rival ruso me iba a
ganar y cuando llegué allí antes de pelear perdí. Fue la única vez que salí a
pelear con dudas. De aquello aprendí muchísimo. Volví muy tocado mentalmente.
Meses después fui a Rusia a pelear en el Europeo y mi cabeza dio un vuelco.
Lloraba de las ganas de desquitarme. Hicimos una final muy bonita, con la gente
aplaudiéndome al final y gritando ¡España, España! ¿Recuerdas aquella
entrevista tuya, no?
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Posando para una entrevista camino del Mundial 2008. Foto: J.A.R. |
P. Ya lo creo…
¡cómo pasa el tiempo, Josete! Ahora se abre ante ti una nueva etapa…
R. Ahora llevo el equipo de competición de kickboxing del
Club Karate Aranjuez y regreso al karate, donde todo comenzó cuando tenía 5
años. He empezado a pelear por disfrutar, por pasármelo bien, por tener
sensaciones… Pero claro, ahora tengo mucha más experiencia desde que la última
vez que pelee, hace 14 años. Así que hasta doy sorpresas. El otro día gané al
campeón de Madrid en el Autonómico de Castilla-La Mancha pero, ojo, sin
expectativas de llegar a nada, sólo a disfrutar y a aprender.
P. Bueno, pero si
se ponen a tiro las medallas…
R. (Risas)
Hombre, el otro día en Castilla- La Mancha quedé campeón autonómico cuando no
se lo esperaba nadie. Bueno, ni yo tampoco (más
risas) y tengo una preselección el día 2. Con suerte y trabajo podría ir al
Campeonato de España así que ya te contaré. Estoy ahora como cuando un
futbolista de la Liga se va a Qatar (carcajada).
P. Respecto a tu
nueva labor de técnico, ¿tenemos ya relevos sobre el ring?
R. Rubén Rodríguez y Raúl Márquez son la punta de lanza
de la cantera del club. Son los dos principales relevos. En parte he aguantado
más en esto por ellos, esperando a que tuvieran más madurez, recursos técnicos
y más confianza en sus posibilidades. Aunque hay mucha gente por detrás son
ellos los que tienen que tirar del carro. Yo estaré en la esquina para
aconsejarles y para que cuando me digan `no puedo´ les diga: `tienes que
hacerlo porque si no te va a pasar como me pasó a mí en el año tal´. Raúl
además ha subido a mi peso, -65 kilos, y ya le he dicho que me los tiene que
cuidar muy bien (risas).
P. ¿Imaginas ya a
Rubén y Raúl volviendo cargados de oro de un Mundial contigo en el rincón?
R. Sería una sensación muy bonita. Sería otro círculo que
se cerrara. Me apetece muchísimo. Y ojalá algún día la gente diga `fue un buen
deportista y ha sabido sacar deportistas´. Sería una alegría enorme eso y que
me superaran. Me tengo que ganar el que la gente me llame maestro, ese es mi
nuevo reto.
P. Acabamos. ¿Te
marchas con alguna espina clavada?
R. Sí, pero no es deportiva, es de reconocimiento.
PD: Gracias, maestro, por estos años.
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