Quejas sobre las duchas de El Deleite
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Mónica Aguado
Llevo más de un año
poniendo quejas en el Ayuntamiento porque en El Deleite sale el agua fría en
las duchas.
El año pasado el señor
concejal de Deportes se lo tomó a coña y me dijo que me quejaba porque
estábamos en invierno, que si fuera verano no me quejaría.
Este año han vuelto las
quejas y no solo mías.
El señor concejal,
haciendo gala de una educación digna de ser aprendida, me acusó de mentir, como
si yo ganara algo, por decir que estaba fría.
Es curioso que después de
esa acusación se celebrara el famoso partido de la selección y perdieran el
culo para arreglarlo. El arreglo fue momentáneo, tan momentáneo, que ni
siquiera duró para el partido y las rumanas se helaron el culo.
Ahora han vuelto a ir a
arreglarlo y lo que han hecho ha sido una chapuza mayúscula porque sigue sin
funcionar. La cantidad de dinero que se está tirando es brutal, porque la
caldera está encendida, lo que quiere decir que gasta, pero como lo más seguro
es que sea la bomba la que no funcione pues como si nada.
Los entre diez y quince
minutos que se tira la gente esperando a ver si sale caliente es un desperdicio
y un gasto totalmente innecesario, sobre todo porque después tampoco sale
caliente.
El dinero que se paga a
una empresa privada para el mantenimiento es otro gasto totalmente innecesario
porque es evidente que no valen.
Aconsejaría al señor
concejal de Deportes que se pasara de vez en cuando por las instalaciones
deportivas en vez de estar sentado en su despacho, porque aunque él diga, como
me dijo a mí, que ese no era su trabajo, yo creo que sí que lo es. Porque si
ese no es su trabajo es evidente que su sueldo también es innecesario.
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