Carlos Muñoz participó en el Triatlón de Zurich (Suiza), país en el que reside desde hace varios años, en su modalidad sprint.
Si siempre se regresa al lugar del crimen, en este caso el ribereño Carlos Muñoz volvió a sus orígenes en este deporte, el Triatlón de Zurich, en el que arrancó su relación con esta no menos criminal -por la adición que crea, según sus practicantes- disciplina hace ahora dos años.
Así, frente a un menú compuesto por un primero de 500 metros de nado, un segundo de 20 km de ciclismo y un postre de 5.000 metros a pie por un circuito en las inmediaciones de esta ciudad helvética.
"El nivel de la prueba" -nos cuenta Carlos, del Tri Club Aarau- "es alto ya que es la primera prueba después de un parón de unas tres semanas en Suiza y la gente tiene mono. Suelen competir profesionales e incluso medallistas olímpicos en las distancias sprint y olímpica. En el olímpico femenino el año pasado vino Nicola Spirig y este año, Daniela Ry. En masculino este añoo lo ganó Sven Riederer (bronce en Atenas), así que es normal ver equipaciones de selecciones nacionales".
A las ocho de la mañana, con 500 deportistas en la línea de salida - 81 en la categoría del arancetano (35-44 años)- arrancó la prueba que organiza Ironman, dado que al día siguiente tuvo lugar la cita para los superhombres.
De primero, natación
La multitudinaria salida es la ley de la selva. "Obviamente esto significa que en los primeros metros en el agua hay hostias como panes", comenta gráficamente el ribereño.
"He tenido amigos que han abandonado o incluso que han tenido que vomitar de todo lo que pasa ahí dentro". Así pues la cosa es sencilla: lo que no te mata te hace más fuerte.
"El recorrido en el lago de Zurich (del que hasta puedes beberte el agua... con moderacion) es en forma de L. Consta de 200 metros en linea recta, luego tuerces a la derecha y otros 400, porque al final salen una distancia de entre los 650-700 m de nado si hacemos caso a los GPS de los participantes", nos explica Carlos.
"La estrategia es darle cera muy fuerte hasta la primera boya, donde se hace una primera selección, y luego ir a tu ritmo. En mi caso es lo que hice, pude llegar a la boya en la cola del grupo de cabeza pero me fue imposible seguir su ritmo. Al final acabé la natación (650 metros me salieron) en 12´15", 85º en la general y 16º de mi categoría.
"Como ya es costumbre, mi natacion es todavía raspona a pesar de haber mejorado bastante", concluye.
La transición, larga de unos 600 metros atravesando una isla a la carrera, le llevó al siguiente sector.
De segundo, ciclismo
La etapa ciclista fue de velocidad pura en 5 kilómetros de recta con el tráfico cortado en un itinerario que hay que hacer dos veces de ida y de vuelta hasta completar los 20 km.
Carlos lo narra desde el sillín: "debido a mis problemas en el agua tengo que dar bastante candela en la bicicleta. Esta vez fue incluso mejor que de costumbre y marqué el segundo mejor tiempo de mi categoría (27´04", 16º de la general) a lomos de Berta, mi bici, con una elocidad media de 43 km/h. Adelanté a bastante gente, pero a bastante bastante...".
Con más problemas de los previstos en la transición ("la bici de enfrente se enganchó con mi zapatilla izquierda y cuando llegué yo no la encontraba y aunque sólo fueron un par de segundos fueron suficientes para desesperarme un poco") se llegó al tramo de atletismo sobre asfalto.
Y de postre, carrera pedestre
El circuito se dividió en dos partes. La primera, sobre un paseo adoquinado cabe el lago con subidas y bajadas y un segundo que comenzó bajo un paso subterráneo que embocaba en una recta de 3.000 metros hasta el punto de giro.
"Mi estrategia era sencilla, poner el piloto automático hasta ese punto de giro y luego Dios dirá".
Llevando su plan al pie de la letra, "me pasaron tres personas nada más en total, dos de mi club y uno de la selección serbia, que iba corriendo en otro nivel (risas)".
Aunque a punto estuvo de naufragar su estrategia: "mi falta de experiencia me hizo ver que la gente se reserva para los últimos 2 kilómetros porque al salir de la bici no vi a nadie seguirme pero luego tuve que darle cera para no perder más puestos". 21´25" en la meta (14º de la categoría y 64º de la general).
Casualmente cruzó casi de la mano con un amigo suyo del club con un tiempo de 1h05´27", lo que le supuso acabar octavo de la categoría y 42º de la general.
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