El Rey Emérito Juan Carlos
decidió cerrar el capítulo de sus obligaciones institucionales en la Real Plaza
de Toros de Aranjuez presidiendo el festejo de San Fernando con tres figurones
en el cartel: Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares.
La corrida, en homenaje a
la condesa de Barcelona, María de las Mercedes de Borbón, tuvo el tinte añadido
de la despedida representativa de la Corona en la figura de su hijo, a quien
acompañaron en el palco las infantas Pilar y Elena, su hijo Felipe, y los hijos
de Dª Pilar Fernando y Simoneta Gómez-Acebo.
ALBUM de fotos (233 imágenes)
En un segundo plano estuvo
el amigo íntimo del Rey, Manuel Piñera, compañero de tardes taurinas y en el
tendido, su sobrina María Zurita, hija de la infanta Margarita.
Santiago Abascal, Susanna
Griso, Juan Ripollés y Nuria González fueron otros de los rostros conocidos
entre el público.
La familia del Rey almorzó
en la residencia Jardines de Oñate del empresario Pedro Trapote y desde allí se
desplazó al coso ribereño.
A pie de la puerta
principal, la comitiva regia fue recibida por la alcaldesa de Aranjuez,
Cristina Moreno, y por el empresario taurino Carlos Zúñiga, organizador del
festejo.
Posteriormente fue
acomodada en el palco real, que lució un retrato de la madre del Rey y una
vista antigua del Real Sitio.
Entre los actos
protocolarios en el antepalco destacaron la presentación de un azulejo
conmemorativo, la entrega de obsequios institucionales por parte de la
alcaldesa –un ejemplar del libro de José Ortiz, ‘Chele’, entre ellos- y la
recepción al final de la corrida de la terna triunfante.
Antitaurinos en las cercanías de la Plaza
Un grupo de personas se concentró en las inmediaciones de la Real Plaza para expresar su disconformidad con la tauromaquia.
El Colectivo Taurino Aranjuez, La Sagra Antitaurina, Animalistas Unidos Madrid (ANUMA) o Por un Sanse Libre de Maltrato Animal profirieron gritos como 'La tortura no es cultura', 'Por el fin del maltrato animal' y 'Respeto y libertad para los animales'.
Agentes de la Policía Local vigilaron la zona anexa al colectivo antitaurino sin que se produjeran incidentes de mención.
Toros de Jandilla,
escasos de presentación, cómodos de cuerna, nobles. 1º sin juego, 2º flojo, 4º
de más peso y sin fuelle, 3º y 6º de mayor calidad, al último se le dio la vuelta
al ruedo.
Morante de la
Puebla: Pinchazo, estocada desprendida y descabello (palmas) y estocada casi
entera (oreja).
El Juli: Pinchazo y estocada trasera (oreja) y pinchazo y
estocada pasada (oreja).
JM Manzanares: Estocada (dos orejas) y estocada delantera
desprendida (dos orejas).
Real Plaza de Aranjuez, 2 de junio. Lleno. Corrida-homenaje
a Dª Mercedes de Borbón. Presidió el Rey Juan Carlos.
José María Manzanares lidió el mejor lote de la tarde,
destacando el juego del sexto, que suplió su feísima estampa córnea con su
incansable y bonancible embestida. El alicantino fue bajando sus revoluciones
mientras que el burel – de nombre Horroroso, claro- seguía a lo suyo. Otra
estocada, de menor calidad, que proporcionó el segundo doble trofeo.
Al tercero, bravito, le infirió todo el repertorio, que
quedó deslucido por el contraste entre la planta-modelo del torero y la… bueno,
figura del astado.
El Juli, que lleva años enseñando a embestir a las
sillas, le puso más voluntad que gusto y más técnica que emoción al flojo
segundo y sólo alborotó con las zapopinas del quite.
En el quinto, El Juli tiró por la calle del medio, templó
fiel a su estilo y se hinchó a dar pases hasta que el animalito rindió plaza,
bandera y cañones ante el aluvión muletero.
A Morante le perpetraron el Concierto de Aranjuez de
chiripa. Imagino que estaría previsto soplarlo viniera o no a cuento y allá que
le tocaron en el cuarto, todo lo noble que Ud. quiera y todo lo tardón que Ud.
quiera también. Afanoso, el de la Puebla sólo relució en una tanda de profundos
derechazos, una trinchera y un pase de la firma.
Del que abrió festejo, poco que rescatar. Las largas a
una mano y algún cambio. Anodino todo a media altura. No apunté más.
Tomás Ruiz debutó en el palco
Tomás Ruiz debutó en el palco presidencial tras su nombramiento por la alcaldesa el pasado mes de enero. Difícil papeleta. Corrida de San Fernando, festejo regio, figurones en el cartel, tendidos repletos y la afición sitiada en un par de metros cuadrados.
Con el semblante muy serio toda la tarde, correcto en la aplicación del Reglamento y consciente de su responsabilidad, a Tomás Ruiz sólo se le vio suspirar de alivio cuando El Juli y Manzanares viajaban a hombros de los capitalistas camino de la calle Almíbar. Entonces seguro que volvió a recordar a su amigo Julio Laguna.
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