José Luis Navarro,
jugador del Aranjuez CF y mito del Córdoba CF, falleció en la ciudad califal el
pasado día 13 a los 83 tras no superar una reciente operación por un tumor
hepático.
El fútbol de Aranjuez y de Córdoba está de luto por la
muerte del arancetano José Luis Navarro del Valle (27 de mayo de 1936), defensa
con el récord de encuentros disputados con la zamarra verdiblanca en sus 65
años de historia, primer jugador local en actuar en la 1ª División e integrante
del equipo rojo que subió por vez primera a 3ª División.
Polivalente defensa con una altura de 1,78 m y un peso de 73
kg en sus mejores tiempos, Navarro consiguió con el Aranjuez CF a las órdenes
de Juan López, primero, y Basilio del Pozo, después, el primer ascenso a 3ª
División de su historia en la campaña 1952/53.
Posteriormente jugó dos temporadas más en 3ª División en el
recientemente inaugurado campo de Las Tablas. En la 53/54 fue noveno en la Liga
y subcampeón de la Copa Ramón Triana y al año siguiente alcanzó el tercer
puesto en la Fase de Clasificación y el 1º en la de Permanencia.
En un principio defensa lateral derecho formando zaga en el
Aranjuez CF junto con De la Cruz y Talavera, a los 19 años el entrenador José Juncosa
le vio jugar en el Real Sitio y le fichó para el Córdoba CF, entonces -1955,
apenas un año desde su fundación- en 3ª División.
No obstante, el ribereño había firmado un contrato con el
Atlético de Madrid por tres años que se haría efectivo cuando el futbolista
quedara libre. En aquella época, el ascenso de categoría suponía la rescisión
automática del compromiso para poder enrolarse en otra entidad. Navarro
ascendió en su primer año cordobesista a Segunda y sin embargo el Córdoba
ejerció un derecho de retención que finalmente le ligó al titular de El Arcángel
por 15 campañas.
De todas ellas, siete estuvo en la 1ª División y el resto en
2ª y 3ª, para completar 319 encuentros oficiales (387 con amistosos) con doce
goles, marca de partidos aún no superada a orillas del Guadalquivir.
El jugador estuvo en los ascensos de Tercera a Segunda de
1955/56 y, como campeón de Liga, de Segunda a Primera en la temporada 1961/62, completando
además el ciclo de las siete consecutivas en la élite extendido en la década de
los 60.
Debutó en primera el 16 de septiembre del 62 en un Córdoba –
Valladolid.
En aquellos años, el Córdoba se clasificó quinto (1964/65) y
fue eliminado en semifinales de la Copa del Generalísimo.
Colgó las botas en la temporada 1969/70, en un partido
Córdoba – UD Salamanca (victoria local 3-2) de la 2ª División e inmediatamente
estuvo unido a la entidad en diversas facetas.
Varias peñas cordobesas y cordobesistas llevan su nombre y entre
sus reconocimientos están la insignia de oro y brillantes del Córdoba CF, la
Medalla al Mérito Deportivo de la ciudad y diversos reconocimientos de la RFE
Fútbol y de la territorial andaluza. Presidente desde hace años de la
Asociación de Futbolistas Veteranos (Futvecor) del club, incluso su asiento en
el estadio Nuevo Arcángel tiene una placa con su nombre.
Tan unido ha estado al Córdoba CF que en 2018 cedió al club
para su exposición del balón, la camiseta –con el número 5- y las botas usadas
en Huelva el 1 de abril de 1962 en el que se logró el ascenso a Primera
División. Navarro también cedió fotografías de la época que están en proceso de
catalogación y digitalización para su posterior exposición en el Museo.
La última visita al
estadio, a hombros
La Copa de Navidad del pasado 16 de diciembre fue una de sus
últimas apariciones públicas. Operado no hace mucho de un tumor hepático, las
complicaciones derivadas de la intervención quirúrgica acabaron con su vida a
las 04:20 horas del lunes 13 en el Hospital Reina Sofía de la capital omeya,
centro en el que llevaba ingresado varios días.
Su enfermedad, que había llevado con mucha discreción, sólo
la conocían unos pocos allegados. Tras la operación la salud de Navarro había
empeorado y se agravó en la tarde del domingo, por lo que fue trasladado a la
UCI del centro.
Sus restos mortales fueron llevados al tanatorio de Las
Quemadas, donde fue instalada la capilla ardiente. Después el féretro cubierto
por la bandera verdiblanca fue portado a hombros por sus compañeros de
Asociación en una ceremonia en el césped de El Arcángel. Finalmente el funeral
se ofició en la iglesia del Santo Angel.
En el encuentro como local de Córdoba CF ante el Villarrubia
se guardó un minuto de silencio y los jugadores verdibancos lucieron brazaletes
negros.
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