Con la mente puesta en estas fechas en las que en una situación normal hubiéramos estado disfrutando en el Pabellón de Las Olivas de la celebración de una nueva edición de la Clausura de las Competiciones Escolares de este curso 2019-2020, lamentablemente, como todos sabemos y conocemos como consecuencia de la actual situación derivada del Covid-19; nos encontramos con que esa que hubiera sido un año más la fiesta del deporte escolar nos veamos obligados a no poderla disfrutar.
No obstante, desde la Delegación de Deportes y por extensión desde el equipo de gobierno municipal, no queremos dejar pasar por alto la ocasión para, independientemente de los resultados deportivos conseguidos, que en estas competiciones deben quedar en un segundo plano, felicitar a todos los participantes.
Escolares, delegados de las AMPAS y los colegios, entrenadores y árbitros han contribuido al normal desarrollo de unas competiciones que, al igual que otras en el ámbito federado, se veían sacudidas y, de qué manera, por la ya conocida crisis sanitaria.
Un deporte escolar, un deporte base que, recordemos, para quienes participan en el mismo contribuye notablemente al desarrollo integral y reporta claros beneficios atribuibles al ejercicio físico y deportivo y en el que su valor educativo depende, en buena medida de como seamos capaces de diseñarlo y orientarlo teniendo muy claro que la relación deporte-educación es el inicio de la transmisión de valores a los más pequeños.
Entendiéndolo así y como concepto de herramienta educativa, no vamos a ceder en nuestro empeño en seguir apostando por este deporte escolar como agente de transmisión de valores y en continuar también mostrando todo nuestro apoyo posible a quienes hacen posible, día a día, que el deporte escolar ribereño goce de su buen estado de salud actual.