Portada del libro y fotografías de Antonio Páez en él incluidas. |
La RFEA ha editado el libro '100 años de una pasión' como parte de los actos del centenario de su fundación en el pasado 2020, una obra de casi 300 páginas realizada por la Asociación Española de Estadísticos (AEEA).
A lo largo de sus páginas y establecidos en 126 momentos históricos del atletismo español ordenados cronológicamente y con profusión de datos y fotografías, el deporte ribereño queda reflejado en dos protagonistas: el mediofondista Antonio Páez y el saltador Jesús Oliván.
Nuestro vecino Páez (Arenas del Rey, 1956) tiene por méritos propios un capítulo íntegramente dedicado a su hazaña de 1979. "Antonio Páez ganó el primer oro 'indoor' " se titula y en él se narra cómo se logró la primera medalla del áureo metal alcanzada por España en un Campeonato de Europa en pista cubierta, en concreto en Viena.
Páez, según el texto, "hizo un Campeonato de ensueño. En primer lugar, ganó la primera eliminatoria con 1:47.7, récord de España y mejor registro que se había hecho nunca hasta entonces en las carreras preliminares de esta competición. Y en la final se impuso con 1:47.4, nueva plusmarca nacional, después de tirar con fuerza a falta de unos 300 metros y no encontrar gran oposición ni en el búlgaro Binko Kolev ni en el húngaro András Paróczai, plata y bronce respectivamente".
Antonio Páez era por entonces el recordman nacional de la distancia a cubierto, registro obtenido en el anterior Europeo, en San Sebastián (1977), donde fue sexto en una final que ganó Sebastian Coe.
"Después de aquella histórica victoria en Viena 1979, su triunfo tuvo continuidad con una medalla de bronce en Grenoble 1981 (1:48.31) y con un nuevo oro en Milán 1982 (1:48.02), donde otro atleta español, el leonés Colomán Trabado, le acompañó en el podio con la medalla de bronce al cuello", continúa el libro.
De la importancia de aquella gesta da medida el siguiente párrafo "por encima de todo, la victoria de Páez en Viena entró en la historia grande del atletismo español en pista cubierta porque fue el primero de los atletas españoles que regresaba victorioso de un Campeonato de Europa. De ahí en adelante, España sólo se iba a bajar del podio en 1984, en la aciaga edición de Gotemburgo. [...] Y junto a todo ello, el triunfo de Páez también abrió la puerta a las que serían las páginas más gloriosas de los 800 metros a cubierto en España a nivel continental".
Páginas más adelante se vuelve a hacer mención a su trayectoria en el capítulo "Milán, cosecha del 82", que describe el Europeo 'indoor' de la capital lombarda en el que España fue tercera en el medallero masculino y en el que Antonio Páez volvió a colgarse la medalla de oro en los 800.
"La medalla de oro fue para Antonio Páez, que como hemos visto en el momento destinado a recordar ese logro ya había sido campeón en Viena 1979, mientras que el bronce fue para Colomán Trabado: éste dominaba la prueba, pero Páez atacó duramente a falta de ciento cincuenta metros, le adelantó rompiéndole el ritmo y finalmente fue también alcanzado por el alemán Klaus-Peter Nabein, quien le arrebató la plata".
Doblete dorado que queda en letra impresa en la obra conmemorativa.
Más modesta es la alusión a otro de los pilares del atletismo local de todos los tiempos, Jesús Oliván (Aranjuez, 1968). Haciendo memoria del Europeo en pista cubierta de Madrid, en 1986, la obra reza: "El equipo español presentó también a jóvenes prometedores como Jesús Oliván, un chaval de diecisiete años nacido en Aranjuez (Madrid) que solo unos días antes había sorprendido al mundo saltando 8,00 metros en el Encuentro Internacional España-Reino Unido, mejor marca europea junior de aquel año".
"En aquel Europeo de Madrid el joven Oliván consiguió clasificarse octavo con 7,82 metros, en una prueba en la que el plusmarquista nacional Antonio Corgos luchó por las medallas hasta el final, pero en la que finalmente solo pudo finalizar en cuarta posición con 8,12 metros, nuevo récord de España bajo techo".
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