Toros de Garcigrande, justos de presentación (el 2º, impresentable de cuerna), flojos de más a menos, nobles (3º y 4º más tardos y sin continuidad, 5º mansurrón). El Juli: Estocada caída (oreja) y trasera caída (oreja); JM Manzanares: Tendida recibiendo (oreja) y - Aviso- estocada recibiendo (oreja); Paco Ureña -nuevo en la plaza- estocada delantera desprendida (saludos) y media delantera (oreja). Real Plaza de Aranjuez, 28/05. Media entrada con protocolo anti-Covid.
Se anunciaron toros a Aranjuez bajo todos los rigores de los protocolos anti-Covid vigentes y la cosa ya comenzó torcida cuando ni en el ruedo aparecieron toros ni en los tendidos se guardaron todas las medidas sanitarias exigidas.
Mucha mascarilla en el mentón, mucho cubata con vaso de plástico y bote (objeto arrojadizo, por más señas), mucho aperitivo en la sombra y mucho fumeque más o menos disimulado. La policía, un si no es. Ahora sí te apercibo e incluso te retrato la cartera, ahora miro para otro lado no sea qué.
Y allá abajo, en el ruedo, un encierro cómodo, sin fuerzas y propenso al refilonazo desde el equino que no transmitió ni una pizca de emoción. La lidia, a veces, convertida en disparate con hasta un par de banderillas perpetrado al relance del anterior. En fin.
Así pues El Juli dejó la impronta de su acerado temple ante sus dos oponentes que bien poco le opusieron. Suave con los engaños en los comienzos de las faenas muleteriles y su repertorio de tandas en redondo bullendo en la medida de lo posible. Ya saben.
Destacaron sus tandas de rodillas con el capote y los doblones por bajo en el cuarto. Por lo demás, aseguró el daño en las estocadas y mandó cambiar de reportorio a la banda de música cuando interpretaba un tema de la película La Misión más propio de funeral, que enfrió el ambiente y distrajo al personal hacia la partitura, lo que ya indica lo emocionante que estaba la faena.
En el descargo del Maestro Rico -algo similar ocurrió en el quinto cuando se pitó el Concierto de Aranjuez- hay que señalar que el repertorio le vino "sugerido" por la empresa gestora.
Manzanares se midió al abrochadísimo segundo que poco o nada le ayudó a lucir su toreo, opaco por contraste entre su figura y la del jabonero claro. Dejemos apuntados algún natural y la estocada recibiendo.
De igual suerte despachó al quinto, mansito con algo más de pies que sus hermanos, al que instrumentó tandas con ambas manos pero sin pellizco.
El debutante en el coso ribereño Paco Ureña tuvo a un tardo primero al que sacó el mejor jugo con el capote ganando terreno en cada lance y al que después templó sin calado.
El que cerró plaza exhibió también cortedad de fuerzas apagándose en cada muletazo, mermado por cada capotazo de más que se le propinó en su lidia. Vasos comunicantes, oiga. Los muletazos, templados, sí, pero sin ligazón. Mató con efectividad y se llevó de premio una oreja.
Saludaron desmonterados Manuel Rodríguez "Mambrú" en el quinto y Curros Vivas y Alvaro López "Azuquita" en el sexto.
Debutó como asesor artístico en el palco el matador de toros Juan Cuéllar.
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