El club de senderismo P´Andar realizó este mes dos rutas, una por Las Machotas y la otra por el castañar de El Tiemblo.
Miguel Granados Chica
Dos nuevas rutas con las que un nutrido número de compañeros y amigos del Club P´Andar han podido seguir disfrutando de la montaña y de una buena compañía.
El 28 de octubre partíamos de la estación de Zarzalejo para encararnos a Las Machotas, dos formaciones montañosas que separan a esta población de El Escorial. El día se nos anunciaba con posibles lluvias y otras adversidades, pero allí estaba este grupo de senderistas dispuestos a batirse con ellas.
Iniciamos el ascenso hacia La Machota Baja (1.404 m) con un pronunciado desnivel entre sendas y rocas que lo hacían más complicadas con la humedad, pero llegamos hasta su cumbre con el desencanto de que una densa niebla no nos permitía disfrutar de las increíbles vistas que sin duda nos ofrecería esta atalaya sobre el valle del Escorial.
Bajamos de nuevo hasta el collado para tomar la dirección hacia El Escorial, ya comenzaba a despejarse la niebla y ya pudimos complacernos de las extraordinarias vistas sobre el valle del Escorial que se nos ofrecía en una bella panorámica hasta distinguir al fondo el perfil de la Sierra de Guadarrama en su esplendor.
Tras un tramo de bajada nos internamos en un desconocido bosque de castaños, robles, fresnos y demás especies que ya comienzan a ofrecer su incipiente colorido otoñal. Entre formaciones rocosas cubiertas de un tupido musgo de intenso verdor.
Continuamos nuestra ruta hasta la llamada «Silla de Felipe II» ya conocida por muchos, pero siempre sorprendente y atractiva, con el perfil de las Machotas a un lado y El Escorial y su Monasterio al otro, y con las fotos correspondientes que a todos nos gusta hacernos.
Nos desplazamos hacia las bonitas dehesas repletas de encinas y verdor, hasta la calzada romana de Zarzalejo que nos llevaría a nuestro punto de partida tras una ruta repleta de atractivos paisajísticos y retos montañeros para dar por finalizada nuestra jornada.
Poco más adelante, el 18 de noviembre nos dirigimos a El castañar de El Tiemblo en busca del magnífico colorido otoñal que nos ofrece cada año este impresionante bosque. Una ruta que gozaba de una gran expectación dado su atractivo, con la participación un gran número de compañeros.
En un día espléndido de sol y buena temperatura partimos del pueblo de Casillas, enseguida nos encontramos con grandes bosques de robles con su deslumbrante vestido de temporada. Más adelante fuimos adentrándonos en el castañar con sus majestuosos y bellos ejemplares, que en esta ocasión se nos mostraron ya desnudos de hojas y frutos, pero ofreciéndonos una generosa alfombra para que nuestro camino no se sintiera ausente de ese colorido que buscábamos en sus ramas.
Nuestras cámaras y móviles no pararon de recoger imágenes de nuestro paso por este atractivo entorno, mostrando nuestra reverencia y respeto al anciano «castaño abuelo» que cada vez se nos revela más disminuido.
Continuamos nuestra ruta por éste extraordinario bosque para cambiar de entorno camino de El Tiemblo entre pinares y robles por pistas y tortuosos caminos. Y así entre charletas y risas llegamos a nuestro destino tras esos 16 km de camino.
Otra ruta más, que además de disfrutar de ese espléndido entorno natural, como siempre gozamos de este ambiente de amistad y camaradería que caracteriza a nuestro Club. Hasta la próxima que será al menos igual pero que trataremos que sea aún mejor.
El grupo de ciclistas arancetanos se desplazó hasta Ciempozuelos, San Martín de la Vega, Morata de Tajuña y Titulcia regresando a Aranjuez por Ciempozuelos.